Movimiento Jaime Bateman Cayon: junio 2011

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lunes, 27 de junio de 2011

El que está quieto, se deja quieto…

Para nadie es un secreto que las buenas relaciones no son precisamente el pan de cada día entre las distintas organizaciones de izquierda en nuestro país. Panorama bastante triste, ya que esa división nos tiene en las condiciones que conocemos de sobra.

Pero, cuando alguien decide sacar esos problemas al aire -o como dicen por ahí “sacar los trapitos al sol”- (porque no logran entender que la ropa sucia se lava en casa, y comienzan a imitar a sus mentores como Gustavo Petro, quién desde hace un buen tiempo viene juiciosamente adelantando un trabajo divisionista
) es cuando comenzamos a entender porque son los muertos que han puesto las contradicciones internas.
Cada quien aporta a la construcción de este camino hacia la Revolución de la manera que mejor considere, y eso es algo que tenemos muy claro, pero al parecer no es una idea compartida por algunos compañeros, que un lugar de mejorar su proyecto político y organizativo, se dedican a comentar, de la peor forma, las actividades que otros llevamos a cabo.

El 17 de mayo, respondiendo a la invitación del Movimiento Subversivo Pedagógico, a la cual se sumaron los compañer@s de las Ovejas Roji-negras, de Libertad Estudiantil Socialista y del Movimiento Anarquista Libre y Pensante, nuestra organización realizó una actividad en la Universidad Pedagógica Nacional que, recordando el día del maestro, quiso además adelantar varias tareas pendientes.
La primera consistió en hacer un llamado a los compañer@s del Edificio B, Edificio de Ciencia y Tecnología (porque las soluciones de nuestras problemáticas no pasan por cambiarle el nombre a un edificio), quienes bajo las ordenes de algunos “docentes” conformaron un Grupo de Choque que están adelantando varias actividades reaccionarias, profundamente dañinas para el conjunto de la UPN. Actualmente ésta problemática viene siendo denunciada por los compañeros de Plenarias Ciencias Sociales de la UPN.

La segunda consistió en advertir a los “Vigilantes” de la empresa de seguridad privada, que no estábamos dispuestos a sufrir más atropellos, lo que lógicamente hicimos hablando duro (porque la capucha tiene que servir para algo) y lo hicimos delante de toda la Universidad, “porque las organizaciones populares, nos diferenciamos de las organizaciones de la oligarquía en que estamos abiertos al debate”. Allí, además, no solo hablamos los integrantes de ésta organización, sino que varios compañeros sin capucha también lo hicieron, ya que lo que nosotros sufrimos es lo mismo que sufren todos los miembros de la UPN.

Pero claro, existen algunos que no comprenden la magnitud del problema, porque hace tiempo, o se graduaron o dejaron tirada la carrera, y entonces, solo van a la Universidad a ejecutar “sus actividades” -muy originales por cierto- y no tienen ni mediana idea de lo que allí se sufre. Por eso tienen que, adelantadamente, quitarles las Minutas a los “vigilantes” para saber cómo funcionan y descubrir que el agua moja y que el sol calienta.

Queremos buscar los mejores caminos para solucionar estos desencuentros, pero mientras tanto estamos atentos a responder sus ataques, de la misma forma que lo hacemos a los detractores. De todas maneras los llamamos a que revisen cuidadosamente cuáles son sus objetivos políticos y procuren ocuparse en ellos.


Revolucionariamente
M-JBC, UPN, Bogotá D.C.

…En una revolución se triunfa o se muere si es verdadera…



El 8 de marzo de 2006, Oscar Salas, estudiante de la Universidad Distrital de Licenciatura en Lengua Castellana, se encontraba en la CONMEMORACIÓN A LA MUJER REVOLUCIONARIA en la Universidad Nacional. Quizás lo conocimos, quizás no, pero los que saldremos a marchar nos solidarizamos con el dolor de su señora madre, de su hermano y de aquellos que lo vieron caer por culpa de las famosas RECALZADAS utilizadas por el ESMAD, que le entró por un ojo y le destrozo el cerebro.

El 22 de septiembre de 2005 entre las 6:20 y las 6:45, cuando en la guerrera Universidad del Valle culminaba una acción directa, un grito estremeció a todos: “HAY UN ESTUDIANTE HERIDO”. En ese momento todo era confusión, ya que el ESMAD había entrado al campus de la UniValle disparando, y Jhonny Silva, quien sufría de una enfermedad en sus piernas no alcanzo a correr lo suficientemente rápido.

El 1° de mayo de 2005, en la acostumbrada marcha internacional del trabajador proletario, junto a su padre, Nicolás Neira caminaba por la Cr 7a, cuando fue retenido por el ESMAD y golpeado con brutalidad hasta romper su cráneo. Casi una semana después, salió del coma en que había caído, pero no para volver ha caminar, sino para volar hasta el cielo y palpitar al ritmo de la vida y las esperanzas populares.

Mi voz grita, se estremece, y sacude la almohada de los que dispararon… contra mis sueños