Al comBATE-MAN

Lo que sí estamos diciendo a los cuatro vientos es que se puede vencer, que se tiene que vencer, que se tiene que vencer cueste lo que cueste, sea como sea, pero la próxima generación de colombianos no será de esclavos y que esta victoria nadie nos la va a dar, nadie nos la va a regalar, pero tampoco nadie nos la va a impedir.

Y en las Universidades oficiales aprendí que había que apartar no solamente unos cuantos individuos sino un sistema de dominación y una casta oligárquica en este país y en la Universidad aprendí que la dependencia norteamericana es un hecho real y vivo, no solamente en nuestra economía, no solamente en la soberanía de nuestras fronteras, no solamente el que roba nuestros recursos naturales; sino que la dependencia norteamericana es un hecho real en nuestra vida universitaria, en nuestra vida cultural… y en los combates contra la Fundación Ford, contra la penetración imperialista, al lado de tantos hombres, de tantos jóvenes que empezábamos a luchar tuvimos la suerte de tener a Camilo Torres Restrepo como profesor, de tener a Camilo Torres Restrepo hoy como ejemplo de compromiso, como ejemplo de lucha y esas luchas estudiantiles, del ejemplo de Camilo y de tantos hombres como Julio César Cortés o Armando Correa aprendimos de sus ejemplos, de sus vidas, de sus errores y de sus éxitos que era necesario un nuevo paso, un nuevo impulso, un mayor nivel en la lucha política y en la lucha militar.

Y un puñado de jóvenes diversos en su origen, con diferentes concepciones y con diferentes experiencias, tradiciones. Lo único en común, lo único realmente común era que tenía que haber, que existía, que teníamos que organizar esa experiencia acumulada, todas esas luchas algunas veces frustradas, que teníamos que hacer de Colombia, no la patria mirando hacia atrás sino el pueblo en combate preparado para el futuro. Y porque somos revolucionarios estamos aprendiendo, seguimos aprendiendo en nuestras propias luchas y de nuestros propios errores… y atentados al discurrir de la historia de América Latina sabemos que no hay fórmulas acabadas, no hay recetas, no hay caminos cerrados o caminos marcados para la conquista del triunfo. Nos ha tocado a nosotros, los colombianos de esta generación, los latinoamericanos de esta generación vivir y actuar en la época caliente, en los nuevos niveles de luchas…

Que nos oigan, que no nos van a acabar, no nos pueden desdeñar, que van a tener que enfrentarnos en lo político y en lo militar y que en ese enfrentamiento vamos a salir necesariamente victoriosos…

Que nos falta desarrollo político, ¡claro que nos falta! Que nos falta desarrollo militar, ¡Claro que nos falta! Pero es que con el desarrollo político es que vamos a conseguir los avances políticos y es con el combate militar que vamos a conseguir avances militares… Porque nos falte, porque no tengamos aún todo el desarrollo político y militar necesario, no quiere decir que no vamos a combatir, todo lo contrario, porque lo que hoy somos, lo que hemos conseguido, lo somos lo y hemos conseguido a punta de combate. Y lo que nos falta lo vamos a conseguir a punta de coraje, a punta de combate y a punta, obviamente, de serenidad y seriedad…

Si nos faltan armas vamos a conseguirlas; si nos falta mayor agresividad vamos a conseguirla, porque lo único que no podemos dejar que nos haga falta es la voluntad de poder, la capacidad de combate y la disposición de darle a nuestra patria una victoria popular. Tenemos que ser conscientes de que mucho del futuro de Colombia depende de nosotros; que no nos podemos equivocar, que no podemos ser irresponsables o ser menores a las posibilidades históricas de la Colombia de hoy; ni podemos defraudar toda la esperanza de millones de colombianos… que esa responsabilidad nos lleva a asumir con toda serenidad y con toda seriedad la inmensa tarea de no darle una frustración más a nuestro pueblo que ya está cansado de frustraciones y derrotas.

(Texto tomado del compañero Álvaro)