Somos militantes activos de una causa que, desde hace muchísimos años, demanda la totalidad de nuestro tiempo. De eso y para eso vivimos. Hasta tal punto, que consideramos con honestidad, que nuestra vida no tiene otra razón de ser mientras subsistan las actuales condiciones económicas, políticas, sociales, culturales, etc, que son condiciones inhumanas y degradantes para la inmensa mayoría de nuestros compatriotas.
Nos dirigimos en convocatoria fraternal y en plan de lucha. Fraternal, como corresponde a nuestra índole de militantes revolucionarios: Compañeros, hermanos y camaradas de todos los oprimidos. Y en plan de lucha, porque ella es el pan de cada día de los pueblos que como el nuestro, tienen hambre de libertad*
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