Parte 1: Del analfabetismo al oportunismo políticoDefinitivamente la inactividad que hemos mantenido en los medios virtuales de la organización durante las últimas semanas, por los problemas de seguridad que se han presentado al momento de manejar los mismos, merece hoy quedar atrás a raíz de una ofensa proferida contra el Compañero Jaime Bateman Cayón, quién ha encontrado, desde siempre, enemigos en la derecha y en los que se disfrazan de izquierda.
Jaime no es patrimonio nuestro, ni tenemos los derechos de autor comprados sobre él, pero de una cosa pueden estar seguros sus adversarios: nunca, jamás, permitiremos que sobre él se difame y que se le pretenda utilizar para justificar los errores del pasado.
Todavía recordamos los días en que hablar de Bateman se convertía en tema prohibido. Cada vez que queríamos tocar el tema, con quien fuera, se iba por las ramas y terminaba hablándonos de otros personajes que nunca tuvieron luz propia. Era como preguntarle a un crítico por buena literatura y que recomendara leer a Paulo Coelho: nada más criminal que eso.
Pasa como describe el compañero Lenin al referirse a la memoria de Marx:
“En vida de los grandes revolucionarios, las clases opresoras les someten a constantes persecuciones, acogen sus doctrinas con la rabia más salvaje, con el odio más furioso, con la campaña más desenfrenada de mentiras y calumnias. DESPUÉS DE SU MUERTE, se intenta convertirlos en ÍCONOS INOFENSIVOS, CANONIZARLOS, por decirlo así, rodear sus nombres de una cierta aureola de gloria para “consolar” y engañar a las clases oprimidas, CASTRANDO EL CONTENIDO DE SU DOCTRINA REVOLUCIONARIA, MELLANDO SU FILO REVOLUCIONARIO, envileciéndola. En semejante arreglo se dan la mano actualmente la burguesía y LOS OPORTUNISTAS dentro del movimiento obrero…”
Así pues, se podría describir lo que pasaba con Bateman: nadie hablaba de él, excepto para hacer del hombre un recuerdo, una anécdota. Le quitaron su contenido revolucionario –o por lo menos lo intentaron- para convertirlo en un hombre que, paradójicamente, ya no era el guerrillero que planteaba la toma del poder para el pueblo a como diera lugar, sino en uno que independientemente de todo, así NUNCA HUBIERA JUSTICIA, quería la paz mundial, y llegar a ser como la madre Teresa de Calcuta o el Papa. Nada más alejado de la realidad; valiente juego oligárquico de la mentira.
Conocimos a cierto grupo de personas en el Cementerio Central, en un evento que es más parecido a los cocteles de la burguesía que a la reunión de revolucionarios activos; puestos, prebendas, dinero desaparecido, clubes, influencias, etc... En nada se diferenciaban de quienes nos hablaban de un Bateman con mentalidad de reina de belleza.
Ha sido una de las grandes decepciones de nuestra corta vida: gente joven que estaban–y están- comprometidos con ocultar una verdad histórica, la memoria del guerrillero samario, el del sancocho nacional. He ahí la razón por la que no tenemos ningún tipo de relación con aquel grupo. Y como nunca lo habían leído, porque sus “maestros” no lo permitieron, no entendieron –no entienden y no tienen por qué entenderlo- las actuaciones, las propuestas y los postulados políticos del Flaco Bateman.
Queremos dejar claro que no sabemos bajo efectos de que alucinógeno se lleguen a encontrar aquellos que se atreven a escribir que Jaime Bateman Cayón, un guerrillero radical hasta el momento de su muerte, fue el inspirador de una Constitución Política neoliberal, anti-popular, justificadora de la corrupción y el clientelismo,y sobre todo -como lo señaló el ex-candidato a la presidencia por la AD-M19- aquella que intentóinvalidar la lucha armada en Colombia (http://www.elespectador.com/impreso/politica/articulo-280160-constitucion-invalido-lucha-armada-antonio-navarro). Aunque no le estamos dando la razón a este sujeto, sí sabemos que muchas de las ideas de los ya mencionados oportunistas las emanan los “Héroes de Abril”.
No nos sorprende entonces, que estos “Paladines de la democracia” con sus análisis “precisos y certeros” -oligárquicos y hegemónicos- aplaudan una vez más la Constitución del 1991 y, quitándole todo el contenido revolucionario a Jaime Bateman, aseguren que es su inspirador.
¡Vuelve y juega el análisis de Lenin! Es que así es el oportunismo, pues cuando les preguntábamos no sabían, cuando les propusimos encontrar la verdad, no quisieron, pero hoy saben, quieren, y hacen análisis que harían mojar a Álvaro Gómez
Hurtado, quien pasó de ordenar los bombardeos contra las zonas campesinas a ser inspirador, creador y mártir de esa Constitución Neoliberal de 1991.
Esta vez estamos dejando la sutileza de un lado e intentamos ser totalmente directos, sin embargo, no vamos a dar nombres, para retar la “astucia” de estos compañeros y otorgarles el beneficio de corregir, porque como dice Jaime, no somos perfectos. De todas formas queda de constancia para la historia que lo único que queremos es impedir que continúe el desprestigio de El Comandante Pablo.
